jueves, 4 de agosto de 2011

Aquel lugar...


El candente sol de pleno verano, era para nosotros cómplice perfecto de nuestra historia, caminamos de la mano entre una hermosa ciudad, de olor diferente, de color diferente, que entre sus paredes guarda millones de historias, cosechadas en sus miles de años de existencia.

No existía nada más que nuestras palabras, nuestra entrega, nuestro compromiso…ni siquiera un tú, ni un yo, solo nosotros que le dábamos vida aquel lugar. En ocasiones no eran necesarias las palabras, nuestras miradas eran suficientes para entendernos, esto me hizo pensar que realmente las cosas más hermosas se dicen con la mirada.

Tú tomabas un fraccppuchino y yo un cappuccino, bebidas diferentes en su terminación, pero hechas de los mismos ingredientes. Entre pláticas y besos fuimos disfrutando cada sorbo de nuestras bebidas, los cuales eran acompañados siempre de una sonrisa.

Hoy estoy aquí, en este lugar, donde se quedó grabada nuestra historia, la que entre estas piedras soñamos larga, esperado ser retomada por sus personajes principales, esperando seguir siendo soñada, porque nada es casualidad, porque las cosas ocurren con una finalidad y grandes historias no mueren de un momento.


Yamell Montero.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Déjame ser, déjame entrar, déjame estar...


Porque soy consiente de que los miedos existen, porque tememos a lo que no conocemos, porque por historias pasadas no nos atrevemos a iniciar una nueva.

Porque muchas veces nos encerramos para no ser lastimados nuevamente...solo tengo una respuesta, solo te tengo una propuesta, esta que también se aplica a mi...

Déjame entrar en tu alma, déjame entrar en tu vida.
Déjame estar en las cosas buenas y malas que tiene tu mundo. Déjame que te acompañe a lo mejor a desahogar esa pena en el corazón
y que el nudo en tu garganta se vaya por la mañana. Déjame entrar en tus dudas y que jueguen con las mías.

Déjame entrar en tus sombras que se fundan con las mías.
Déjame que te lo diga en soledad yo muero cuando te veo a ti llorar
Y que si tu alma está triste, muy triste estará la mía.
Quisiera que te lleves de mi vida lo mejor la brisa que a ti te acaricia esa me la guardo yo. Déjame ser la voz que grita cuando los traidores callan.
Déjame estar a tus orillas ser la silla que te aguanta.

Déjame ser de tus sonrisas cuando miras la que brilla Déjame ser, déjame estar, déjame entrar. Déjame entrar en tu miedo Déjame ser tu confianza
Déjame ser la balanza que equilibra tus angustias.
Déjame ser tu guarida frente al mar
Déjame ser la tristeza que se va Déjame ser la alegría que ponga luz a tu vida.

(Diego Torres)


P.S. Guardo la esperanza que algún día leas esto.


Yamell Montero.