Y la lluvia iniciaba, las gotas se deslizaban por el cristal de la ventana, con cada gota llegaba el recuerdo de una mirada, de una sonrisa.
Pero hoy todo era diferente, hoy todos los recuerdos dolían y el corazón se encontraba del mismo color gris que vestía la tarde.
Tarde que lloraba lentamente y suspiraba por lo que ya no estaba, lo que no encontraba. Y desde ese lugar que ella tanto adoraba sentarse a pensar, surgieron letras, surgieron rimas para explicar en lienzos sutiles la historia que había llegado a su final.
Versos tristes escribió aquel día buscando respuestas dentro de su corazón que moría, lentamente todo se fue apagando en su vida, no hubo testigos, nadie pudo salvarla y hoy de ella solo quedan los tristes versos de su alma desgarrada.
Yamell Montero.
